Hace
algunos años se realiza, en Capital Federal, en Buenos Aires y en otros
puntos del país, La Marcha de las Putas, que tuvo su primera edición en
Canadá en abril del 2011 y que llegó a la Argentina en agosto de ese
mismo
año. Se trata de una marcha que busca visibilizar el abuso y acabar con
la costumbre social de culpar a la víctima de su propia violación por
la ropa que usa o por su historial sexual. La Marcha también cuestiona
ideas que cuentan con validez social y que considera falsas y dañinas,
como la de la irrefrenable sexualidad masculina, supuesto agente causal
de violaciones. El mensaje de equidad y respeto que presenta La Marcha
atrae a muchas personas.
La Marcha, en su edición Capital Federal, se declara neutral en cuanto a la prostitución.
Sin
embargo, no son pocas las personas que, habiendo compartido espacios en
los grupos de discusión en Facebook de La Marcha CABA, llegaron a la
conclusión de que los organizadores están a favor de la regularización
de la prostitución y que su impronta define la postura que tiene La
Marcha ante ciertas cuestiones. También, notaron que los organizadores
hacen una presentación selectiva de la información y que se silencian
posturas abolicionistas a base del "des-gaste" de las personas que
cuestionen la industria de la prostitución. Todo en un marco de
"pluralidad" en el que las posturas individuales de los organizadores en
cuanto al tema prostitutución, ellos insisten, no tiene nada que ver
con los objetivos de la Marcha.
No
es una postura inocente el insistir, como lo viene haciendo La Marcha,
en presentar a las víctimas de abuso como el foco central a la hora de
hablar del abuso. Al hacer esto, irremediablemente se logra una cosa:
borrar al victimario, en la mayoría de los casos, varón. Al no denunciar
este importante aspecto de los abusos, el perpetrador queda borrado y
se dificulta cuestionar los pilares de la socialización sexual
masculina, entre ellos, la institución de la prostitución y cómo forma a
los hombres. No es casual que La Marcha borre al prostituyente y al
abusador al mismo tiempo, y que se dedique a resaltar la existencia de
hombres prostituidos, lo que empaña la realidad numérica que pone a la
prostitución como un asunto principalmente de mujeres.
También
se llegó a la conclusión de que no es casual que La Marcha no tenga una
postura tomada con respecto a las mujeres y los hombres en situación
de prostitución, que se promueva la pornografía en sus páginas, pero sin
comentario en cuanto al efecto que tendrá sobre las prostitutas, que se
permita que personas importantes dentro de La Marcha revuelvan viejas
ideas que responden a la cultura de la violación y van en contra del
mensaje original de La Marcha, como la de culpar los abusos sexuales a
la falta de sexo o a la "represión sexual" y, por ende, que se reflote
la idea de la prostitución como "cloaca social".
Como
agregado, uno de los organizadores de La Marcha de las Putas CABA llamó
a Ammar a sumarse a la Marcha. Es buena publicidad para Ammar poder
marchar en un gentío mezclado que no necesariamente tiene que estar
acuerdo con ellas, desplegar una bandera para la foto y declarar que ha
conseguido un "gran apoyo" para la regularización de la prostitución. Y,
seguramente, es lo que se ha de esperar en las nuevas ediciones de la
Marcha. Hasta ahora, sólo han participado activistas solitarios para "la
causa" de la regularización, entre ellos, una que profesa disgusto con
la trata de personas por tratarse de "competencia desleal". No es casual
que todo esto suceda cuando hay proyectos de ley en danza para la
regularización de la prostitución.
Excelente! La relacion entre cultura de la violacion y accion prostituyente es directa! La represion no es de las abolicionistas de la accion prostituyente sino de quienes anulan el nexo entre violar y prostituir.
ResponderEliminarIntencional la represion del nexo entre violar y prostituir para invisibilizar que son varones los responsables.
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